El gusto es un sentido de caracter químico, que nos permite percibir muy pocos sabores. Basicamente son solo cuatro: duce, salado, ácido y amargo. La riqueza de gustos se consigue convinando estos cuatro. El órgano sensorial del gusto se compone de unas células llamadas papilas gustativas, que recubren la superficie de la lengua, uno de los músculos más versatiles. Las papilas tienen la capacidad de estimularse por ciertas sustancias quimicas al hacerlo generan un impulso nervioso que genera un impulso nervioso que es conducido al cerebro.
El olfato El olor es un sentido químico que afecta a nuestra valoración de las cosas y las personas. Los seres humanos pueden oler aquellas sustancias que contienen moleculas susceptibles de volatilizarse o difundir partículas microscópicas en el aire.
El proceso olfativo se produce cuando las partículas olorosas entran en contacto con nuestra mucosa olfatoria a través del aire inspirado. Después el olor pasa del bulbo olfatorio a la corteza cerebral y lleva su mensaje al sistema límbico.
El sabor dulce está formado por una serie de sustancias orgánicas, más bien asociadas a los azucares.
El sabor salado, depende de las sales ionizadas, es decir cae siempre en la sal común. Cuando un grano de sal entra en contacto con nuestra lengua, una reacción eléctrica ocurre.
El sabor ácido está causado por ácidos, estamos en presencia de un producto que es capaz de liberar oxigeno.
El sabor amargo es producido por sustancias de otro origen, la más común es la quinina, pero también tenemos la más consumida entre la gente que es la cafeína, en sus variados formatos.
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